Kijuka nace de la inquietud de dos personas por volver a recuperar para sus hijos y amigos el espacio natural de la calle. La calle es el lugar dónde se deben socializar los niños. Roles y situaciones que viven y servirán de base para su desarrollo actual y futuro. Proponemos un reto al que no se puede resistir ningún padre: recuperar la calle y el grupo de amigos. El individuo en una Sociedad necesita saber gestionar las emociones básicas y universales. Pero esto no es posible si no se interactúa con otros seres. Los niños deben enfrentarse a la inseguridad y el miedo. Este enfrentamiento es el que les llevará a conocerse por dentro. En el juego con otros aprenden a ponerse en su lugar desarrollando la empatía. Proponemos hacerles revivir el mundo del juego que ya conocimos los mayores. En este mundo se tiene que diseñar, ejecutar y evaluar soluciones a los problemas. No se aceptan los dogmas. Se resuelven conflictos y se mantienen relaciones afables con los demás. Se toman decisiones que no implican violencia o agresión.
Niños de diferentes edades y sexos, mayores y pequeños. Niños en movimiento disfrutando de la compañía de otros niños. Colaboración frente a la competición. Un modelo de vida sana tomando como base el juego de toda la vida dónde se ejercitan roles que les serán útiles en su etapa adulta. Somos lo que jugamos y en el juego nos mostramos ante los demás buscando el papel con el que nos sentiremos más cómodos en años venideros.
A través del juego se transmite cultura, herencia, valores. Todo dentro de un entorno dónde la relación juega el papel básico de toda socialización. Se convive con personas de diferentes perfiles. El tiempo provoca que la realidad del juego se viva con intensidad. La creatividad será el mejor recurso para conquistar la cima del triunfo. Elaborarán estrategias o incluso materiales diferentes para enfrentarse a sus adversarios o compañeros. El niño es el constructor de su propio juego y juguetes. No acepta lo impuesto y crea nuevas versiones que aceleran su creatividad.
Jugar por placer y el placer de jugar. No nos enrollamos con lo que físicamente y cognitivamente pueden enriquecerse nuestros hijos. Solo queremos a través del juego que nuestros hijos recuperarán mucho de lo que ya tuvimos nosotros.
¡Recupera junto a nosotros la calle para nuestros hijos!.
Reivindicamos que ellos puedan mezclarse con otros niños para vibrar con juegos como la comba, la goma, el bote, el pañuelito, la pita, …?
Reivindicamos que ellos puedan vivir juegos como los que nosotros tuvimos. Jugar en la calle, compartir con los amigos, el movimiento físico, la socialización, vida sana, colaboración.
Reivindicamos que muchos de nuestros momentos inolvidables en la calle lleguen a nuestros hijos.
Comienza hoy y regala nuestro servicio para que tu hijo y sus amigos regresen a jugar en la calle.
Tu misión y la nuestra: RECUPERAR LA CALLE PARA JUGAR
